Trabajo e infancia

trabajoSe entiende por trabajo infantil el que realizan menores de 16 años. Cuando se trata de adolescentes mayores a esa edad, el trabajo está legalmente permitido, siempre que no sea peligroso, penoso o insalubre. Se estima que en el mundo hay 152 millones de chicos, de entre 5 y 15 años, que cumplen con obligaciones laborales, a menudo con riesgo para la salud, la seguridad y la formación moral. El mayor número de esos niños habita en África. Un tercio de ellos no concurre a la escuela.

El marco legal de la actividad laboral de los menores está establecido en la Convención de los Derechos del Niño y en convenios de la OIT. En nuestro país, mediante la ley 26.390 de prohibición del trabajo infantil y protección del adolescente. Las tareas permitidas son las que no impiden la escolaridad, no obligan a ejecutar tareas pesadas, que someten o separan de sus familias a los chicos y que no les dan margen para la recreación. Tampoco toda tarea que los menores realizan puede considerarse «trabajo». Eso ocurre cuando se trata de labores voluntarias que no dañan la salud e influyen en la formación de conductas y sentimientos deseables. Se entienden como actividades laborales admitidas las de carácter económico que generan bienes o cumplen servicios en el mercado; las de producción de bienes primarios para el consumo familiar y las hogareñas de limpieza, cocina y cuidado de los hermanos menores.

En términos cuantitativos, el número de niños que realizan trabajos en nuestro país es de unos 715 mil. De ellos, el total que se halla ocupado en áreas urbanas alcanza a casi medio millón y a poco menos de un cuarto de millón en las áreas rurales. Las principales tareas que cumplen en las ciudades se concretan en ayudas en negocios y oficinas, reparto de comidas, mandados y trámites. En las zonas rurales colaboran en el cultivo y la cosecha, así como en el ordeño y cuidado del ganado.

Durante 13 años no hubo información oficial sobre el trabajo de los menores de edad. Se comunican ahora, en ocasión de efectuarse una encuesta a cargo del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social y otros organismos, cuyos resultados fueron dados a conocer en la Conferencia Mundial sobre la Erradicación Sostenida del Trabajo Infantil.

Es alentador apreciar que ha disminuido casi en un 50% la cantidad de chicos que cumplen tareas laborales en los últimos quinquenios. En ello han influido las políticas orientadas precisamente a reducirlas durante ese período, tanto las de carácter económico como doméstico.

Es frecuente el trabajo que, sobre todo, realizan las niñas y adolescentes en el interior del hogar. Los varones, en cambio, suelen acompañar al padre fuera de la casa en otras labores.

La información acumulada muestra una mejoría apreciable en la reducción de la cantidad de menores de edad que trabajan, si bien hay que persistir en esa política. Los años de la infancia reclaman juego y aprendizaje escolar junto a la progresiva cooperación de los chicos en la vida hogareña y en el campo social.